El estrés tiene una característica muy importante y es salvarnos la vida en situaciones de riesgo, sin embargo, no es normal sentir estrés constantemente, pues dicha regularidad de experimentación de estrés puede estar afectando nuestra salud emocional y física de diferentes formas sin que nos demos cuenta.
El estrés como la ansiedad y el miedo poseen aspectos positivos en nuestra cotidianidad, pero manifestar estrés constantemente resulta ser perjudicial para la salud. La función acá no es controlar el estrés, pues controlar lo que no se puede controlar produce más estrés, lo ideal de esta patología es entender por qué se está experimentando.
El estrés como la ansiedad y el miedo poseen aspectos positivos en nuestra cotidianidad, pero manifestar estrés constantemente resulta ser perjudicial para la salud. La función acá no es controlar el estrés, pues controlar lo que no se puede controlar produce más estrés, lo ideal de esta patología es entender por qué se está experimentando.
El estrés en nuestro cuerpo
Ahora bien, luego de que se haya puesto en modo reflexión, también es importante entender las consecuencias del estrés en el organismo, ya que cuando se convierte en crónico, hace que la persona empiece a experimentar nervios constantes, sudoración excesiva, sensación de estar alerta todo el tiempo.
A nivel físico, las dolencias no son la excepción, pues en este caso, hay dolores musculares, arritmias cardiacas, problemas digestivos y en caso más comunes caída del cabello entre otros.
La persona que experimenta estrés entra en un estado de lucha consigo mismo, con su autoestima, con sus miedos y pensamientos, una batalla que puede durar minutos u horas.
Para entenderlo mejor a nivel fisiológico, en el cerebro existe una parte denominada amígdala, la cual tiene la tarea de procesar las emociones, sin embargo, esta amígdala se activa cuando enfrentamos una situación estresante, impactada por la liberación de cortisol y adrenalina la amígdala hace que el cuerpo genere una casaca de liberación de energía para enfrentar la amenaza que se aproxima.
Dicha liberación, se puede expresar en sudores incontrolables, sensación de opresión en el pecho, rigidez corporal, entre otras muchas otras respuestas que cada organismo, sin importar la raza, el sexo o la edad, lo expresa de diferentes formas.
Estrés y salud mental
El cerebro en sí tiende a jugarnos malas pasadas y parte del origen del estrés, proviene de la rumiación de pensamientos que de extra ponen sobre cualquier situación, haciendo que algo que tiene un significado vacío, se vuelva significativo y trascendental.
Un estudio realizado por JAMA Network Open, reveló entre sus participantes que, quienes tenían niveles elevados de estrés, es decir, entre un 37% tenían mayor riesgo de sufrir una consecuencia en la cognición, es decir, se encontraban más propensos a sufrir algún problema de salud mental, dado que el estrés hace que la persona pierda su capacidad de concentración y otras capacidades mentales que a la larga afectan su calidad de vida.
Los efectos más comunes por estrés en la salud mental son
- Agudización de diagnósticos como, la ansiedad y depresión y otras enfermedades preexistentes.
- Padecimiento de insomnio, relacionado a que la persona no puede dormir en las primeras fases del sueño, menor calidad de descanso y desarrollo de malos hábitos al dormir.
- Concentración disminuida: el estrés crónico disminuye la capacidad de atención y la productividad en las tareas diarias, afectando su vida laboral o profesional
¿A quiénes afecta?
Existe un momento en la vida de cada persona, en donde la relación del estrés mental con el estrés físico, juntan su camino para perjudicar al mismo organismo, pero ¿quiénes son más propensos a esta afectación? Todos los que hacen ejercicio en exceso, quienes se la pasan trabajando y trasnochando mucho, quienes se la pasan de rumba, bebiendo, consumiendo sustancias psicoactivas, todo a los excesos.
Aquellos que han convertido una emoción en algo palpable, medible y duradera, están expuestos a que el estrés mental producido en el cerebro cruce sus vías con el estrés físico y los efectos se empiecen a transformar en dolencias que van evolucionando a lo largo del tiempo.
Cómo mitigar los efectos del estrés
Una forma de tratar el estrés es por medio de las esencias florales, una terapia complementaria que no remplaza en ningún momento el tratamiento o consejo médico, pero si son herramienta alternativa que se centran en equilibrio emocional y la salud mental. Aquí te brindaremos algunas esencias florales para ayudar a aliviar el estrés:
- Rescate: Este es un producto muy conocido que contiene una mezcla de varias esencias florales, como Rock Rose, Impatiens, Clematis, Star of Bethlehem y Cherry Plum. Se utiliza comúnmente en situaciones de estrés agudo o crisis emocionales.
- Mímulo: Esta esencia floral se utiliza para tratar miedos y ansiedades conocidos y específicos. Ayuda a las personas a enfrentar situaciones que les causan estrés, como hablar en público o volar.
- Álamo Temblón: Se emplea para tratar el miedo y la ansiedad de origen desconocido o inexplicable. útil en personas que sienten una ansiedad generalizada o temen lo desconocido.
- Olmo: Se usa cuando alguien se siente abrumado por la responsabilidad y el estrés debido a una carga de trabajo excesiva. Ayuda a recuperar la confianza en la capacidad de manejar las responsabilidades.
- Castaño Blanco: Esta esencia floral se recomienda para quienes tienen pensamientos repetitivos y preocupaciones constantes causando estrés mental.
- Cerasifera: Se utiliza para tratar el miedo a perder el control o a tener un colapso emocional.
- Agrimonia: Esta esencia floral es útil para quienes ocultan sus preocupaciones y ansiedades detrás de una fachada alegre.
Las esencias florales deben consumirse con frecuencia en ciertos periodos de tiempo, ya sea por semana o meses en correlación al tratamiento realizado con el terapeuta floral o profesional de la salud.
En conclusión, el estrés es una parte inevitable de la vida, pero sus efectos son perjudiciales si se vuelve crónico y no se busca ayuda para su tratamiento. Reconocerlo y aceptarlo ayudará a mitigar sus efectos y tomar medidas, como el uso de las esencias florales, acompañarse de buenos hábitos alimenticios, de sueño, ejercicio y meditación para así poder equilibrar lo que es mente, cuerpo y energía.
Consulte más en www.siuesencias.com