En cualquier pérdida que nos cause dolor emocional, es importante hacer un proceso al que llamamos duelo, para superar el sufrimiento y aprender de la experiencia.
El duelo es una respuesta natural y necesaria que se presenta ante una pérdida afectiva, muerte de un ser querido, o cualquier situación que nos represente un rompimiento con algún vínculo emocional. Aunque se ha determinado que dura entre 6 meses y 4 años, el proceso es diferente en cada caso. Para atravesar el duelo con éxito y de una forma saludable, es común atravesar cinco etapas:
Negación: “¿Por qué a mí?”
Ira: “¿Por qué pasa esto?, alguien tiene la culpa”
Negociación: “Voy a cambiar mi vida para que esto no me vuelva a pasar”
Depresión: “Ya nada importa”
Aceptación: “Tengo paz con lo que está sucediendo”
No todas las etapas anteriores son vividas durante un duelo, o algunas personas incluso las atraviesan varias veces antes de seguir. El duelo se manifiesta a través de la ansiedad, la soledad, el desasosiego, etc., e incluso se manifiesta físicamente. Lo importante es vivirlo, asumirlo y aprender de cada pérdida.
Para manejar y superar una perdida recomendamos:
- Hable de cómo se siente con otras personas, en estos casos los amigos, la familia o alguien de una corriente religiosa, son muy buena opción para expresarnos.
- Intente mantenerse al día con sus tareas diarias, así no se siente abrumado.
- Duerma bastante, siga una dieta bien equilibrada y haga ejercicio en forma regular.
- Evite el alcohol, las bebidas alcohólicas no ayudan a olvidar, por el contrario sacan a flote las emociones.
- Evite tomar decisiones importantes como cambiar de trabajo o de casa.
- Permítase llorar, sentirse aturdido, enojarse o sentirse del modo que se siente.
- Pida ayuda profesional si la necesita.
“Elaborar un duelo no es olvidar; es recordar sin dolor, recobrando la motivación y el sentido para vivir” Santiago Rojas P.
Esencia recomendada Sin Dolore
Para mitigar el dolor emocional o físico a cualquier nivel. Favorece la comprensión interna del origen del síntoma, permite la
adaptación de manera consciente y adecuada, y estimula los propios analgésicos que el organismo posee internamente de manera natural.
Nota- Todo dolor es secundario a una causa, y esta ha de ser conocida y tratada para curarlo de manera definitiva.