El espacio donde habitamos es nuestro cuerpo, sentimos y vivimos a través del cuerpo. La terapia floral ha sido conocida como la esfera mental y emocional (pensamientos y sentimientos). La conexión con nuestro cuerpo podemos desarrollarla a través de diferentes grupos florales, según su teoría y estudio, las enfermedades físicas tienen un origen emocional. Si el conflicto emocional continúa por mucho tiempo, la enfermedad puede a comenzar a aparecer en el cuerpo. De esta manera se desarrolló la terapia emocional.
Las esencias como el manzano silvestre que es el la flor que nos hace ser conscientes de la purificación y la limpieza, nos ayuda a las obsesiones por sentimientos de imperfección, intoxicación o contaminación. Es la limpiadora y desintoxicante. La Borraja que es una flor para mejorar ciertos nutriente, cómo el oxígeno que es la fuente principal de nuestra vida, nos ayudan en nuestros bajos estados de ánimo como la tristeza, la pena, el desaliento y la falta de coraje frente a los problemas o el peligro.
El jazmín, el cual es una esencia floral que nos ayuda a aceptar nuestra propia naturaleza corporal y sus deficiencias nos ayuda en los resfriados y favorece la asimilación física de nutrientes. Así, cada esencia contiene una información muy organizada que alinea la energía del ser vivo que la consume, recuerda que cuidar nuestra mente, es cuidar nuestro cuerpo. Recuerda decirle no a las emociones negativas y prepara tu bienestar.
Reconocer nuestro cuerpo como nuestra casa y ser conscientes de la vida que habita nuestro cuerpo es fundamental, debido a que le damos la importancia a las dificultades emocionales, la ansiedad, depresión y frustración en las personas son cada vez más constantes en la población, por eso, considerar la terapia floral como un modo de reorientar de un modo saludable las emociones y los sentimientos en desequilibrio es adecuado. Las emociones, del mismo modo que los pensamientos, forman parte de nuestro organismo. Escuchémonos para darnos la ayuda que podamos necesitar.